Una historia más allá de la superación
Tienes 18 años y un día sientes dolor en tu rodilla, vas al médico y te dice que tienes cáncer y que te deben amputar la pierna para salvar tu vida. Con esta premisa es difícil imaginar que de tu situación pueda surgir algo que transforme la vida de toda una nación. Pero los seres humanos somos así, capaces de lo imposible en situaciones adversas y más aún. Y es que cuando un evento transforma nuestras prioridades, es capaz de despertar la voluntad, la superación, la motivación, el optimismo, el espíritu de lucha y el no rendirse jamás, más allá de todas nuestras expectativas.
Terry Fox es el chico canadiense que con 18 años le fue amputada la pierna derecha tras detectarle un osteosarcoma en la rodilla. Durante los meses posteriores tuvo que someterse a quimioterapia, y durante su estancia en el hospital pudo comprobar los estragos que el cáncer causaba en chicos jóvenes como él. Esta experiencia le marcó tanto que tras recuperarse decidió que iba a recorrer Canadá desde el atlántico hasta el pacífico haciendo una maratón diaria para recaudar fondos para la investigación de la cura del cáncer. Había nacido la Maratón de la Esperanza. ¡Una maratón diaria con una sola pierna! Sin duda lo que Terry vio en el hospital y su propia vivencia le había tocado muy hondo y lo motivó enormemente.
Pero esto no era nuevo para él. De niño Terry amaba el baloncesto por encima de los demás deportes que había practicado en la escuela. Terry no era un virtuoso del baloncesto, por lo que tuvo que practicar muchas horas, desde las cinco de la mañana durante tres horas antes de entrar al colegio, y tras un año conseguir por fin entrar en el equipo del instituto y ser
titular dos años más tarde. Debes desear mucho algo para sacrificarte de esta manera y dedicarle tanto tiempo y con tantas ganas hasta conseguirlo.
Maratón de la Esperanza
Durante nueve meses Terry se entrenó junto a su amigo Doug para afrontar su quijotesca aventura a través de Canadá en abril de 1980. Concienzudamente, sin descanso, marcándose metas, cumpliendo objetivos en la progresión de su preparación, con paciencia. Su objetivo, recaudar un millón de dólares durante su viaje. Las autoridades obviamente eran escépticas.
Poco a poco fue despertando la curiosidad y la admiración de la gente que crecían a la par de las donaciones. Para el verano Terry ya era conocido en todo el país, y los habitantes de las poblaciones por las que pasaba salían a su encuentro para darle donaciones, animarlo o simplemente estrecharle la mano. Terry estaba consiguiendo no sólo recaudar fondos para la investigación contra el cáncer, además estaba creando conciencia con su ejemplo, hablando con la gente que se reunía a su alrededor por donde quiera que pasara. Por primera vez se hablaba abiertamente del cáncer, y por primera vez se le daba visibilidad a una enfermedad considerada por aquellos tiempos un tabú. Terry compartió su historia con sus compatriotas, y les mostró que nada es imposible si estás motivado. Como Terry decía: “quiero intentar lo imposible para demostrar que puede hacerse”. El compromiso, el tesón, la voluntad, el trabajo, la paciencia, la resiliencia…todo esto hacía que Terry siguiera adelante sin importar las dudas, el dolor, o el cansancio.
Los kilómetros se sucedían, pero también empezaban a aparecer las consecuencias del esfuerzo. Llagas y ampollas causadas por la prótesis y el impacto sobre esta en el muñón, que Terry soportaba estoicamente. La debilidad iba haciéndose patente en Terry aquejado de una preocupante tos a principios de agosto y que aguantó tal vez más de lo humanamente posible. El uno de septiembre de 1980 en Thunder Bay, tras correr unas pocas millas, Terry comprendió que algo le sucedía, y pidió a Doug que lo llevase a un hospital. El cáncer había vuelto, esta vez afectaba a sus pulmones. El propio Terry, tumbado en una camilla y a punto de ser trasladado, comunicaba por televisión la demoledora noticia a todo Canadá, prometiendo que en cuanto se recuperase volvería para acabar la Maratón de la Esperanza.
Durante 143 días Terry Fox recorrió 3.339 millas, aproximadamente 5.373 km, desde su salida de la ciudad más al este de Canadá, St. John’s. Hasta ese momento la Maratón de la Esperanza había recaudado 1 millón de dólares. 48 horas después la noticia de que el cáncer había afectado de nuevo a Terry, la CTV, televisión pública canadiense, organizó un telemaratón que recaudó 10 millones de dólares más.
El legado de Terry Fox
En los 10 meses siguientes, Terry emprendió la lucha contra el cáncer nuevamente. Durante ese tiempo recibió la Orden de Canadá, la distinción más alta para un civil, siendo el más joven en recibirla. Ganador del premio Lou Marsh al logro atlético más excepcional, entre otras distinciones. La más importante para él es que las donaciones por su Maratón de la Esperanza alcanzaron los 24 millones de dólares, 1 dólar por cada habitante de Canadá.
Tras luchar contra el cáncer en sus pulmones Terry Fox murió el 28 de junio de 1981, justo un mes antes de cumplir los 23 años. Varios monumentos se han construido en su honor, y escuelas, autopistas e incluso un rompehielos fueron bautizados con su nombre.
La fundación Terry Fox ha recaudado hasta hoy más de 700 millones para la lucha contra el cáncer y por supuesto la Maratón de la Esperanza se celebra anualmente desde el año de la muerte de Terry, no sólo en Canadá, si no en varios países alrededor del mundo.
De la historia de Terry Fox podemos extraer muchas lecciones, podemos decir que era especial, uno entre un millón, carismático, que tenía un don…pero lo cierto es que no era nada de eso. Terry era como cualquiera de nosotros, un chico normal. Él hizo lo que podía y mucho más con lo que le había tocado en la vida, y simplemente siguió adelante a pesar de la dificultad. Y es su ejemplo precisamente con lo que debemos quedarnos, lo que debemos fomentar y divulgar. Así que, si alguna vez la vida te golpea, tienes mala suerte, una enfermedad o algo es difícil o doloroso, recuerda que Terry Fox recorrió Canadá de costa a costa con una sola pierna y consiguió conmover las conciencias y corazones de todo el mundo.
Imágenes procedentes de www.terryfox.org
